QUIÉNES SOMOS
Somos una organización cristiana que sirve a la comunidad local para ofrecer un discipulado, no basado en un curso de teología, sino en una transferencia de la vida de Jesús en nosotros hacia otros.
Nuestra misión es hacer una diferencia en las personas, de manera tal que cada área de sus vidas se vea transformada por un cristianismo vivo y real.
Nuestro propósito, conocer a Cristo y hacerlo conocido, describe el corazón y dirección de nuestro ministerio. Desde el principio, nosotros no sólo hemos buscado alcanzar a personas para Cristo sino también equiparlos para que ellos, a su tiempo, puedan ayudar a cumplir el mandato de Cristo de "Id y haced discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19).
Para esto, solemos estar mucho tiempo uno a uno con las personas, ayudándolas de una manera práctica a experimentar la Gracia y el Amor de Dios , enseñándoles a confiar en Cristo y a recibir la Guía del Espíritu Santo, orando con ellas, leyendo Las Escrituras, y compartiendo la vida.
Nuestra misión es hacer una diferencia en las personas, de manera tal que cada área de sus vidas se vea transformada por un cristianismo vivo y real.
Nuestro propósito, conocer a Cristo y hacerlo conocido, describe el corazón y dirección de nuestro ministerio. Desde el principio, nosotros no sólo hemos buscado alcanzar a personas para Cristo sino también equiparlos para que ellos, a su tiempo, puedan ayudar a cumplir el mandato de Cristo de "Id y haced discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19).
Para esto, solemos estar mucho tiempo uno a uno con las personas, ayudándolas de una manera práctica a experimentar la Gracia y el Amor de Dios , enseñándoles a confiar en Cristo y a recibir la Guía del Espíritu Santo, orando con ellas, leyendo Las Escrituras, y compartiendo la vida.
CÓMO TRABAJAMOSLos Navegantes compartimos mucho tiempo con cristianos, individualmente y en grupos pequeños, y estamos disponibles para servir a católicos y protestantes.
Estudiamos la Biblia, oramos, testificamos, aconsejamos y enseñamos. Es un ministerio de entrenamiento intensivo e individual sobre la base de un acercamiento persona a persona, que sigue el modelo utilizado por Cristo con sus discípulos. Nuestra labor es predicar el evangelio, primeramente con una actitud misionera para luego efectuar un trabajo pastoral con las personas que Dios nos ha confiado. |
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Vemos un movimiento vital del evangelio alimentado por oración ferviente, fluyendo libremente por redes de relaciones al mundo. Obreros trabajando para el Reino están cerca de cualquier lugar del mundo.
¿Qué es lo que caracteriza a este movimiento?
Un corazón por las personas, un clima de gracia, compasión por el vulnerable y el quebrado, unidad con sacrificio en un ambiente de diversidad, relevancia cultural y sensibilidad, interdependencia con otros en la extensa familia de Dios, hombres y mujeres transformados, perfumados con la humildad y el aroma de Cristo.
Ellos se caracterizan por un profundo deseo y obediencia a las escrituras, la Palabra de Dios. Ellos creen las promesas de Dios. Personalmente y en comunidad, ellos buscan conocer y alcanzar los propósitos de Dios.
Obreros y líderes están emergiendo, con renovada pasión por Jesucristo. Demuestran fe y coraje al vivir entre sus familiares y amigos. Como padres espirituales, modelan autenticidad y relevancia.
Gente común, en diversidad de contextos, está viviendo con gozo vidas íntegras. Viven desde adentro entre quienes no conocen a Cristo. Hay perseverancia al enfrentar dificultades y sufrimiento. Alrededor del mundo, muchos están conociendo a Cristo. Al ser discipulados y establecidos, muchos llegan a ser fundamentos para otras generaciones. El evangelio se esparce naturalmente y poderosamente al compartir a Cristo, vida con vida y familia con familia.
¿Qué es lo que caracteriza a este movimiento?
Un corazón por las personas, un clima de gracia, compasión por el vulnerable y el quebrado, unidad con sacrificio en un ambiente de diversidad, relevancia cultural y sensibilidad, interdependencia con otros en la extensa familia de Dios, hombres y mujeres transformados, perfumados con la humildad y el aroma de Cristo.
Ellos se caracterizan por un profundo deseo y obediencia a las escrituras, la Palabra de Dios. Ellos creen las promesas de Dios. Personalmente y en comunidad, ellos buscan conocer y alcanzar los propósitos de Dios.
Obreros y líderes están emergiendo, con renovada pasión por Jesucristo. Demuestran fe y coraje al vivir entre sus familiares y amigos. Como padres espirituales, modelan autenticidad y relevancia.
Gente común, en diversidad de contextos, está viviendo con gozo vidas íntegras. Viven desde adentro entre quienes no conocen a Cristo. Hay perseverancia al enfrentar dificultades y sufrimiento. Alrededor del mundo, muchos están conociendo a Cristo. Al ser discipulados y establecidos, muchos llegan a ser fundamentos para otras generaciones. El evangelio se esparce naturalmente y poderosamente al compartir a Cristo, vida con vida y familia con familia.
Cruzando culturas al ir a nuevas ciudades y naciones, equipos de pioneros móviles internacionalmente proclaman y viven las buenas nuevas del evangelio, de tal manera que las comunidades transformadas se multiplican.
Estas comunidades están trayendo esperanza y gozo dentro del contexto que las rodea, al multiplicarse las relaciones sanadas y la justicia. De hecho, los perdidos y los no alcanzados son el latir de sus corazones al avanzar el evangelio entre los pueblos del mundo. |
Los líderes de este movimiento, desarrollados y equipados para el servicio de Dios, crecen en un mayor compromiso de ser más como Cristo. Son dependientes del Espíritu Santo. Nuevas generaciones de líderes están emergiendo, arraigados en su contexto local y nacional. Una comunidad de líderes internacionales contribuye con enfoque, alineamiento y energía al movimiento. Estos líderes están comprometidos a un impacto a largo plazo en el ministerio generacional.
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DECLARACIÓN DE FE
Creemos en la inspiración de las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, sin error en los escritos originales, y que son la autoridad suprema y final en la fe y la vida.
Creemos en Dios eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Creemos que el Señor Jesucristo fue engendrado por el Espíritu Santo, que nació de la virgen María y que es verdadero Dios y verdadero Hombre.
Creemos que las personas fueron creadas a imagen de Dios; que pecaron y por tanto incurrieron no solamente en muerte física, sino también en muerte espiritual, la cual es separación de Dios; y que todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa.
Creemos que el Señor Jesucristo murió por nuestros pecados, de acuerdo a las Escrituras, en sacrificio representativo y sustitutivo; y que todos los que creen en él son justificados en base a su sangre derramada.
Creemos en la resurrección del cuerpo crucificado de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, en su ascensión al cielo y que ahora es nuestro Sumo sacerdote y abogado.
Creemos en la esperanza bienaventurada del regreso personal e inminente de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Creemos que todos los que reciben por fe al Señor Jesucristo, son nacidos de nuevo por el Espíritu Santo, y por tanto son hijos de Dios.
Creemos en la resurrección corporal de los justos e injustos, en la bendición eterna de los salvos y en el castigo eterno de quienes no acepten a Cristo.
Creemos en Dios eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Creemos que el Señor Jesucristo fue engendrado por el Espíritu Santo, que nació de la virgen María y que es verdadero Dios y verdadero Hombre.
Creemos que las personas fueron creadas a imagen de Dios; que pecaron y por tanto incurrieron no solamente en muerte física, sino también en muerte espiritual, la cual es separación de Dios; y que todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa.
Creemos que el Señor Jesucristo murió por nuestros pecados, de acuerdo a las Escrituras, en sacrificio representativo y sustitutivo; y que todos los que creen en él son justificados en base a su sangre derramada.
Creemos en la resurrección del cuerpo crucificado de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, en su ascensión al cielo y que ahora es nuestro Sumo sacerdote y abogado.
Creemos en la esperanza bienaventurada del regreso personal e inminente de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Creemos que todos los que reciben por fe al Señor Jesucristo, son nacidos de nuevo por el Espíritu Santo, y por tanto son hijos de Dios.
Creemos en la resurrección corporal de los justos e injustos, en la bendición eterna de los salvos y en el castigo eterno de quienes no acepten a Cristo.