El fruto del Espíritu no es algo que generamos desde la carne. Es algo que genera el Espíritu de Dios en nosotros. Cualquier cosa que venga desde nuestro esfuerzo es el fruto de la carne y sólo acarrea muerte. En esta charla veremos que el fruto en la vida de un cristiano verdadero es inevitable, gradual, interno y simétrico. En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Los comentarios están cerrados.
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Junio 2020
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